lunes, 19 de octubre de 2009

PRINCIPIOS INCLUSIVOS Y LA NUEVA ERA DE LA EDUCACIÓN.

Los hallazgos de este estdio apoyan la visión de que la integració se ha convertido en una cuestión controvertida. Casi tdoos los aestros mostraron que sus actitudes hacia el proceso de integración eran confusas y a menudo antagónicas -la ncoión de integración no tenía un significado coherente para ellos. en lugar de ello, su significado se podía encontrar en el contexto y propósito de su uso, que dependía de diversos aspectos prácticos y no-prácticos de la educación al tiempo que todo un abánico de prácticas lamadas de integración en realidad era una expresión de mentalidades segregacionistas. Las opiniones contradictorias de los profesores sobre los conceptos de "especial" e "integración" -así como las estructuras sociales en las que trabajan los mismos, parecía perpetuar el círculo vicioso de la exclusión de un grupo determinado de niños. Los temas ideológicos y prácticos sacados a colocación por los profesores durante sus discusiones en torno a la integración revelaban el grado y naturaleza de las barreras que han de ser superadas si se desea que los ideales se conviertan en realidad.
Se ha puesto el acento sobre el hecho de que el deseo y compromiso del profesorado para fomentar las prioridades inclusivas estaban en gran medida influenciadas por contexto educativo. En otras palabras, los profesores son elaboradores de políticas, pero sus políticas/prácticas dependen de las condiciones institucionales e ideológicas generales dentro de las cuales las aplican.
La que encontraban objetable era la naturaleza dogmática e imposición de mucos de estos cambios y su efecto negativo sobre la autoestima de los profesores y su satisfacción en el trabajo.
Los profesores afirmaban que los cambios sufridos por las políticas educativas y la legislación hacían que el compromiso con la educación inclusiva fuera más difícil de mantener. La intensificación y mecanización del acto de enseñar con frecuencia hacía que los profesores vieran las prioridades inclusivas como una especie de carga adicional.
La inigobernable sobrecara de trabajo de los maestros los llevaba a considerar a los alumnos con necesidades educativas especiales como un "segundo prioridad", mientras que para los profesores "espaciales", dichos alumnos eran su primera prioridad. esta práctica reforzaba la división existente entre el profesorado "ordinario" y el "espacial"; ello podía significar que los profesores ordinarios podían presentar la fachada de que apoyaba a los citados alumnos al tiempo que realizaban el mínimo esfuerzo para educarlos.
Los niños con necesidades educativas especiales corren el peligro de experimentaruna mayor grado de exclusión dentro de las aulas ordinarias debido a la mecanización del acto de enseñar, lo cual reforzaba una noción restrictiva del aprendizaje, una imagen específica de los niños y un proceso de desarrollo lineal.

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